Por su lado el estudiante es el centro de atención del proceso de enseñanza-aprendizaje y el profesor asume el rol de facilitador. Y el alcance global de la actividad humana, requiere que la educación superior sea internacional.
Estas características percibidas en las universidades de Latinoamérica no son ajenas a las tres de las instituciones universitarias donde colaboro actualmente. Estas instituciones son centros y sedes universitarios localizados en la ciudad de Quetzaltenango. Enseguida describiré brevemente qué acciones emprenden actualmente para contrarrestar los mitos que se tienen sobre el uso e impacto de la tecnología en la educación.
Las tres instituciones cuentan con un ambiente virtual, laboratorios de cómputo, acceso a Internet, no obstante conciben la tecnología como una herramienta, que requiere de cierta instrucción para utilizar, principalmente en la educación. En el caso de los laboratorios cuentan con personal calificado - el laboratorista- quien se encarga de atender a alumnos y profesores que necesiten de la tecnología.
Se observa que en ninguna de las instituciones, se concibe a la tecnología como un recurso más efectivo que otros, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino más bien como otro recurso que requiere de conocimiento para su aplicación didáctica, es por ello que en las instituciones existen programas de formales de posgrado dirigidos a los docentes de la institución y a ajenos a ella, que incluyen dentro del contenido, el uso de la tecnología con fines educacionales.
La introducción de la tecnología en la educación no significa una reducción de la duración de los programas, porque ésta depende de los contenidos y la carga horaria semanal. Por ejemplo en la licenciatura en mercadotecnia y publicidad en una de las instituciones universitarias, se consideró, además de lo explicado anteriormente, que el contenido reuniera el mínimo de créditos que se reconocen internacionalmente, para validar un título de licenciatura o su equivalente.
Otro ejemplo en cuanto al tiempo de aprendizaje es la Maestría en Andragogía cuya duración es la misma que la de un programa presencial. Nuevamente se pone de manifiesto que en estas instituciones, el uso de la tecnología no está asociado directamente con el tiempo de aprendizaje.
En cuanto al costo, el uso de tecnología en la educación requiere de una gran inversión y esto por el contrario es una limitante que no permite el acceso a todas las personas por el costo. Se hace más lento el uso generalizado de la tecnología.
Los programas presenciales están cimentados principalmente en bibliografía impresa, puesto que si bien es cierto en Internet se tiene acceso a un sinfín de contenidos, en muchas ocasiones se ha caído en la cuenta que la información proviene de fuentes impresas que se tienen disponibles en las bibliotecas, y por otro lado la información que se publica en Internet es incompleta y de fuentes no confiables. La experiencia en ese sentido se limita a las carreras de Ciencias Económicas e Ingeniería en Sistemas.
La figura del docente es necesaria en las tres instituciones universitarias de las que se comenta. En dos de ellas se sigue favoreciendo la actuación del docente desde una perspectiva tradicional, se sigue recomendando la clase magistral como la mejor opción. En la tercera la orientación del docente se enfoca a la medicación, pero esto no significa que se le esté relegando, solamente se está redefiniendo su rol de acuerdo a las circunstancias en las que ocurre la educación y una de ellas es el uso de la tecnología. Es por ello que se procura su profesionalización a través de programas de posgrado que incluyen el uso de las nuevas tecnologías disponibles para la educación.
En estos casos que se comentan las instituciones universitarias son privadas, ya de por sí la educación no es accesible para todos porque tiene un costo que probablemente no esté al alcance de todas las personas, si a eso se le agrega el costo de introducir nuevas tecnologías en la educación, la hace aún más inaccesible. Por tanto el contar con tecnología para la ecuación no necesariamente hace más accesible la educación para cualquier persona.
Finalmente con base en la experiencia en las tres instituciones universitarias que se describen aquí, se puede concluir que no pasan desapercibidos los cambios que se manifiestan en el entorno, es por ello que han incorporado la tecnología en sus aulas como nuevos recursos didácticos; siempre con limitaciones debido a la considerable inversión que conlleva su adquisición; Las instituciones están conscientes que la tecnología por sí sola no es la solución para los problemas en ecuación, es por ello que han procurado capacitar a los docentes universitarios por medio de programas formales de posgrado, con enfoque en el uso de las nuevas tecnologías, no sólo para que aprendan a usarlas sino más bien para que el docente se vaya adaptando a las actuales exigencias de educación dadas las características prevalecientes en el entorno.